Se meten en la vivienda, preferiblemente de ancianos, les engañan diciendo que comprando las enciclopedias les obsequian con un montón de cosas que en realidad no regalan, sino que hace que la factura aumente. Se tiran una mañana entera en la casa y no se marchan hasta que no tengan firmado un contrato, cuando no dos o tres (en el caso de mis padres les hicieron firmar hasta tres contratos). Los productos que ofrecen se pueden encontrar en la calle de similares características por precios muy inferiores, incluso en los famosos grandes almacenes que todos conocemos. Las características de los “regalos” se falsean diciendo, por ejemplo, que el reloj Lotus es automático cuando en realidad es a pilas o que el DVD tiene disco duro, cuando lo cierto es que carece de él. Los productos que ofrecen son de mala calidad relacionándolos con su precio y las enciclopedias en la mayoría de casos están obsoletas. Nunca mencionan el precio total que sus víctimas van a pagar, tan solo hacen referencia a...
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