De trastornos y represiones. César Vidal

Ante mi curiosidad por entender las causas o motivos que llevan a este personaje a interesarse tanto por la vida y sexualidad de los demás, en lugar de por la suya propia, podría mencionar varias teorías que se ajustan al perfil psicológico de una mente retorcida, y objeto de estudio, inclinándome por las hipótesis de la represión sexual y la no autoaceptación corporal.
La primera podría haber sido inducida por la familia en la infancia o por un trauma relacionado con la sexualidad; y la segunda, la no autoaceptación del cuerpo, es más que evidente y comprensible que él mismo se dé repugnancia (véase la foto).
Y es que sólo los homófobos como él (por ejemplo, Ana Botella o Jiménez Losantos) pueden entender ese odio irracional hacia los homosexuales, que se magnifica y se hace cada vez más enfermizo cuanto más reprimidos, insatisfechos y retorcidos son, y cuyo comportamiento degenera tanto en impulsos destructivos como delirantes. Esta conducta se ve claramente reflejada en todas y en cada una de las palabras que salen de la boca de este señor (si se le puede llamar así). Las últimas declaraciones de César Vidal realizadas en su programa “La Linterna” de la cadena radiofónica COPE de la Iglesia, llegó a afirmar que “intentar cazar a los niños es uno de los objetivos del movimiento gay”, aludiendo a un cartel del Festival Internacional de Cine Gay y Lésbico de Barcelona en el que aparece la imagen de un niño que interpreta un papel en un cortometraje.
Para ilustrar los desvaríos de este “buen cristiano que predica la igualdad y el amor por los demás”, mostramos el cartel mencionado y al lado una infinitesimal parte de los carteles que realiza la iglesia o la conferencia episcopal utilizando niños para alcanzar sus propósitos.
Comentando estos carteles diré que la función del Festival citado es cultural y social y no está organizado por ninguna asociación de gays y lesbianas sino por profesionales del mundo del cine. El niño que sale en el cortometraje tiene autorización de los padres como ocurre en cualquier otra película, sea de la temática que sea.
Conclusión: la perversidad mostrada en las declaraciones de César Vidal, la incitación al odio y a la discriminación sólo pueden ser fruto una mente calenturienta y trastornada.
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